Recibo el libro de ‘Yo quisiera ser Paul Auster / Ensayos selectos’, y ya el título me llamaba la atención. Para quienes hemos leído y seguimos la obra del escritor norteamericano Paul Auster, resultaba más que atractivo; especialmente este título del escritor cubano Leonardo Padura.
El
cubano tiene varios premios en el exterior de la isla, y su libro ‘El hombre
que amaba a los perros’, le hizo fama mundial, con varias traducciones. Al
principio pensaba ¿qué quería ser de Paul Auster?, ¿su escritura’, ¿los temas
que aborda?, ¿la fama que lo envuelve?. Su ensayo no estaba dirigido a eso. Lo
aclara desde el vamos. Lo que si comienza observando que a Auster, en las
entrevistas nunca le preguntan sobre la situación del mundo o de su país. Se
remiten solo a hablar (y seguramente será parte de la promoción de las
Editoriales) de lo último que está escribiendo, o de sus guiones y si va a
volver a dirigir cine.
Y aquí podemos comenzar a ver la sinceridad de Padura: “Pero ya lo saben, no me llamo Paul Auster y mi suerte es diferente. Apenas soy un escritor cubano, mucho menos dotado, que creció, estudió y aprendió a vivir en Cuba (por cierto, sin la menor oportunidad de soñar siquiera con irme una temporada a París, cuando más ganancioso resulta irse a París- entre otras razones porque no hubiera podido irme a Paris, pues vivía en un país socialista donde viajar (olvidemos por ahora el dinero) requería y requiere de autorizaciones oficiales” (…) pero sobre todo porque como soy un escritor cubano que decidió, libre y personalmente, y a pesar de todos los pesares, seguir viviendo en Cuba, estoy condenado, a diferencia de Paul Auster, a responder preguntas diferentes a las que suelen hacerles a él, preguntas que en mi caso, por demás casi siempre son las mismas. O muy parecidas”. El escritor cubano nos dice que las torres de marfil no existen y que desde hace 50 años la política se vive como cotidianeidad como ‘historia en construcción de la cual no es posible evadirse’. Hace una profunda confesión al decirnos que el ‘Estado, el gobierno y el partido’ van juntos y que detrás de lo político va lo económico y lo social. Algo que cualquier escritor cubano, ya viene forjado desde que comienza a trabajar como intelectual. Leía esto cuando me enteraba que tres deportistas cubanas desertaban en Chile luego de ir a competir en los Juegos Panamericanos 2023.
Por suerte su libro tiene otros temas también que me han llamado la atención.
Uno de ellos es el Prólogo a la edición de dos libros de Rodolfo Walsh: ‘Operación
masacre’ y ¿Quién mató a Rosendo?, que iban a editarse en Cuba. El texto muestra la calidad de Padura en analizar
y distinguir la obra de un Walsh periodista, y el de ficción (relatos, obras de
teatro). Vuelve sobre aquel libro de Truman Capote- 'A sangre fría'- (posterior al libro ‘Operación
masacre’) sobre periodismo y literatura. Esto es lo que han aportado como un
salto cualitativo. Menciona una serie de escritores que hicieron periodismo y lo
han enriquecido con su lenguaje. Entre ellos- aparte de Rodolfo Walsh- está
García Márquez y Norman Mailer. Padura no menciona nada del paso de Walsh por
Cuba, de cómo descubrió los mensajes encriptados de la CIA, de los
mercenarios que pensaban invadir Cuba; menos aún informa, porque se tuvieron
que ir todos los periodistas que había creado Prensa Latina, como primer lugar
de comunicaciones en la Revolución.
Leonardo Padura es uno de los mejores novelistas de lengua española. Recibió el Premio Roger Callois de la Maison de América Latina
en París por el conjunto de su obra. ‘El hombre que amaba a los perros’,
sobre León Trostsky y Ramón Mercader
(quien lo asesinó en México por orden de Stalin) fue traducida a diez idiomas,
se vendieron los derechos al cine para una película. Obtuvo los Premios Franceso
Gelmi di Caporiacco en Italia, el Premio Carbet del Caribe.