sábado, 3 de julio de 2021

Horacio González, un breve recuerdo

 


La TV pública volvió a pasar varias de las entrevistas o cuando fue como invitado a programas de libros. Así que volvíamos a ver a Horacio González,  ex director de la Biblioteca Nacional, hablando de cultura, de programas y políticas culturales y de autores argentinos. El nivel de análisis de la literatura de Borges, de Bioy Casares, nos mostraba a un nuevo intelectual que era el reemplazo generacional de todo lo que aún cuesta construir en el campo de la cultura y especialmente en la 'cultura popular', para que pueda llegar para todos. Él debió ser el primer Ministro de Cultura, cuando se creó ese ministerio para reemplazar a la secretaría de Cultura.

Dos veces he estado con Horacio González. Una en una acto que se hizo en la Facultad de Filosofía y letras de la UBA, cuando se hacía un homenaje a Paco Urondo, quien había sido funcionario de dicha Facultad en la 'primavera camporista'. estaban en ese encuentro para recordarlo Vicente Zito Lema y el poeta Alberto Spunzberg, que había sido director de la Carrera de Lenguas y literatura Clásicas en la Dirección del departamento de Letras, que dirigía Paco Urondo. Recuerdo que González hizo una alusión- como su forma de hablar- tranquila sobre aquel tan corto período y de todos los proyectos que había que realizar, antes que la derecha peronista tomará la Universidad, una vez que renunció Cámpora.

Volví a encontrarlo en las reuniones que se realizaban en la Biblioteca Nacional. Luego de lograr apaciguar los reclamos laborales y sindicales de los trabajadores de la Biblioteca, pudo ponerse a llevar adelante una serie de cambios que se necesita en la Cultura y los archivos de nuestra literatura y de libros incunables. Una de las primera s acciones fue editar libros agotados de escritores, historiadores y filósofos argentinos en una Colección muy cuidada, como también realizar exposiciones y Jornadas de distinto tipo. La biblioteca dejaban de ser un sitio reservado a pocos. estaba abierta para todos los movimientos del arte y la cultura. De ahí surgió el espacio 'Carta abierta' y él era uno de los líderes intelectuales no solo como sociólogo

 Me vuelve a la memoria una reunión que hicimos en la Biblioteca (porque en la administración González se realizaban muchas reuniones para grupos de trabajo de la Cultura), sobre Leon Rozitchner. Allí también lo había velado al filósofo autor de 'Freud y los límites del individualismo burgués', y pude ver a Ricardo Piglia entre los presentes. Toda una generación de intelectuales que van desapareciendo. González permitía reuniones y allí se conformaban y encontraba grupos que debatían (como un Cabildo abierto) políticas de la Cultura. Cuando salíamos y en una esquina de la avenida Las Heras, le cuento que habíamos puesto una canción de su pareja Liliana Herrero, cantando 'Chayita de un vidalero' para un documental sobre la Universidad de La Rioja (UNLaR) (que habían logrado desplazar a un rector entre estudiantes y profesores), con esa simpleza que lo caracterizaba,  me pidió que se lo acercara.

La última vez que lo vi fue en una marcha durante el 2016. Caminaba solitario mirando las distintas agrupaciones que se hacían sentir con trompetas y bombos en ese 24 de marzo, por la avenida de Mayo. Le estaba dejando mi primera novela (Espíritus - en el mundo de la materia-), cuando lo reconocieron y se acercaron muchos militantes a saludarlo.

Carlos Liendro