viernes, 19 de mayo de 2023

ESCRITOS SOBRE 40 AÑOS DE DEMOCRACIA


 (UN ADELANTO DEL LIBRO QUE APARECERÁ EN DICIEMBRE: ESCRITOS SOBRE 40 AÑOS DE DEMOCRACIA)

PROTO- PRÓLOGO

Fue en la Feria Internacional del Libro del 2023, donde a través de una exposición de fotos, pude comenzar a pensar que habían transcurrido 40 años de democracia. Habíamos llegado a 1983, cuando hubo elecciones libres, después de Malvinas. Esa era una de mis tesis: la democracia se la debemos a los jóvenes que murieron en las islas. De no haber ocurrido esa derrota, Galtieri hubiera marchado en un caballo blanco por Puerto Argentino, con Menéndez formado en primera fila. El militarismo en Argentina siempre estuvo. Agregaría más: la organización del país, desde Roca (en el siglo XIX) se hizo con el ejército. Mitre dejó esa huella, para conformar esa idea militar de patria junto al modelo agroexportador.

Tres hechos de ‘masas’, debo decir que me han marcado. Pertenezco a esa cantidad de argentinos, donde los acontecimientos del 24 de marzo de 1976, no me afectaron en ese momento. ‘Estábamos en otra’, como se dice comúnmente. Pero el Golpe de Estado, comenzó a mostrar lo sanguinario de su planificada máquina de torturar, matar y hacer desaparecer personas. Luego del Mundial del 78 pude comenzar a entender qué estaba sucediendo. Una serie de informaciones del exterior (en revistas, panfletos) hicieron que pueda ir tomando noción de lo que sucedía. En 1979, cerraron la Universidad de Luján, en la que estaba estudiando y creo que ahí ya no era solo la conciencia política, sino un inicio de la militancia. Uno tampoco tenía conciencia de qué riesgos se tenían en las asambleas estudiantiles. Eran mínimos comparados con los que fueron desaparecidos. Allí conectamos con muchos grupos clandestinos de estudiantes de  la UBA, donde había comenzado a estudiar  otra carrera en paralelo. A su vez nos fuimos conociendo muchos referentes de la cultura, para que firmaran una petición contra el cierre de la UNLu. El que más recuerdo, porque hemos charlado en su casa, fue la de Elías Castelnuovo.

Ese Mundial de fútbol de 1978, me hacía ver por primera vez- y no tenía aún las palabras teóricas- la manipulación de masas. Desde el poder de un gobierno, los Medios de comunicación y la plasticidad de las emociones de la gente, se logra el manejo de una forma de pensar. El fascismo y el nazismo europeo fueron eso, luego de las crisis económicas. A su vez en el avance de los estudios de aquellos que fueron contemporáneos, no solo se analizaba desde la economía, la política, la sociología: se agregaba la fuerza de todo lo emocional desde un psicoanálisis que justamente analizaba a las Masas. 1979, fue otro claro ejemplo. Desde los Medios se alentaba a que la gente fuera a decirle a la comisión de Derechos Humanos, que los argentinos ‘éramos buenos’: éramos 'derechos y humanos'. Mientras ya los organismos internacionales del mundo clamaban con nombre y apellido de los miles de detenidos y que no se sabían dónde estaban. Luego vino Malvinas- esa fuga para delante de los militares- cuando su plan económico (llevado adelante por Martínez de Hoz) ya no funcionaba. Lo que más recuerdo de ese tiempo, era que unos días antes, la Plaza de Mayo se había llenado reclamando por las condiciones que estaban atravesando los trabajadores. La represión no se hizo esperar, así persiguieron y cazaron periodistas, estudiantes, y a aquellos que estaban realizando la marcha. La primera durante ese gobierno militar. El país se había vuelto insostenible. En secreto se hacía esta jugada de  tomar las islas. Otra vez la Plaza de Mayo de llenaba de gente y aclamaban al dictador Galtieri. Esta junta militar se había autoconvencido, de que por hacer bien los deberes en haber mandado militares a Centro América, para enseñar técnicas de tortura y asesinatos, iban desde el Norte a mirar para otro lado. Algunos hasta especulaban que iba a suceder con lo que pasó con Nasser cuando tomó el Canal de Suez. Ahí Estados Unidos evitó que Inglaterra interviniera con sus fuerzas militares para retomar esa región. Esa era su creencia, junto a toda su estrategia de reuniones, y los pactos de guerra. La alianza del Atlántico (entre Inglaterra y Estados Unidos) estaba por arriba de cualquier convenio entre americanos (del Sur, del Centro y del Norte).

Por eso nuestra generación nació con la Primavera de 1983 (como para otra generación había sido ‘la primavera del 73’ con el retorno de Perón). Se empezaba a saber mucho más sobre el asesinato de jóvenes argentinos en los campos de concentración, empezábamos a conectarnos con el mundo y la gente había votado por un abogado que nos recitaba el Preámbulo de la Constitución, mientras otro quemaba un cajón en la ‘9 de Julio’. Esas imágenes definieron a muchos indecisos. Ese 30 de octubre, luego de saberse los resultados, nunca olvidaré que bailamos y cantamos, entre tantos jóvenes, por la avenida Sarmiento arbolada, que había sido cortada. Miraba hacia esa noche estrellada, abrazado al cuerpo de una mujer, y para mí empezaba otra nueva etapa que había que construir en el país.

Carlos Liendro