jueves, 22 de diciembre de 2022
'Los locos de las alturas'
jueves, 8 de diciembre de 2022
Sindicatos universitarios ADIUNPAZ
ADIUNPaz (Asociación de Docentes e Investigadores de J.C.Paz) es el sindicato de la UNPaz, y ha estado trabajado no solamente en las cuestiones gremiales por sus afiliados (docentes universitarios), sino en reuniones con otros docentes de las universidades nombradas y los profesorados terciarios. Malvinas Argentinas tendrá dentro de poco su primer terciario en el distrito (que dependerá de DGE. Dirección General de Escuelas). En estas reuniones se piensa cómo seguir analizando las condiciones laborales, y seguir realizando estudios sobre el origen social- cultural de sus estudiantes, a fin de dar mejor calidad educativa, que tanto necesita la región en sus profesionales.
Pensamos en el 2023 realizar por este medio una serie de entrevistas a quienes fueron elegidos en la conducción del sindicato para que cuenten sus experiencias y proyectos
Carlos Liendro / (docente e Investigador universitario)
(en la foto- el autor de la nota- con los dirigentes en UNPaz, en su local frente a la UNPaz)
jueves, 21 de julio de 2022
El día de la inauguración.
¿A
qué hora llega Cristina?, preguntaba una señora muy mayor, canosa y con un
bastón, mientras se acercaba a la estación.
A las 10.30 habían citado a todos los que quisieran estar en la inauguración y
había gente esperando por un lugar, que nunca abrió las puertas. Frente
a ese lugar comenzaron a llegar más policías, y por momentos había más tipos de
azul, con escudos y todo, que gente. También había tipos de civil, y ya
estaba confirmado que llegaría el presidente de la Cámara de diputados de la
nación, pero dentro de una hora.
En las otras salidas de la estación también había policías
femeninas que caminaban por fuera y marcaban los lugares por donde se podía
circular. Desde una de las entradas- que también tenían una especie de
persianas bajas, se acumulaba más gente e iban llegando las autoridades
locales. Se los distingue por los zapatos lustrados, una camisa planchada y un
saco crema o azul; con el pelo corto y organizando a la militancia, mientras
hablan serios, como indiferentes por celular. No había mucho nerviosismo, todo
estaba bajo control. Ese grupo que iba llegando, mujeres teñidas de rubio, con
ropa de fiesta, fueron los primeros y únicos que entraron. Había que armar la
tribuna.
Por eso para los que no pudimos entrar a la estación
y tener cerca a los funcionarios (tal vez porque no estábamos acreditados) solo
pudimos escucharlos por los altoparlantes, desde la vereda, donde están las
paradas de colectivos. Era interesante escuchar a los pasaban y las cosas que
decían. Una mujer mientras se escuchaba el discurso de algún funcionario les
gritaba: ¡Pongan más médicos en las guardias!...tanto lío por la inauguración
de una estación!; los que estaban escuchando en otra parte de la
vereda, comenzaron a silbarla y pedirle que se calle. Así sucedió con varios
que pasaban caminando, y que al enterarse quienes hablaban huían más rápido y
decían algún chiste escéptico.
Fue una pena que en medio de este acto tan esperado,
no hubieran puesto pantallas para que los que estaban (quedaron) afuera
pudieran verlo, ya que hubo bastantes personas- en su mayoría muy mayores- que
apenas podían escuchar. Ellos estaban cerca de una combi que tenía un equipo de
televisores y que apenas se podía ver. Intentaron remontar un ‘drone’, pero no
despegaba, y muchos del personal técnico, se entretenían, buscando la forma de
hacerlo funcionar. A veces la tecnología falla.
Tanto el ex intendente como el Presidente de
diputados, recurrieron a discursos emocionales. Recordaba uno, su infancia en
Grand Bourg, su escuela, el negocio de su padre que estaba cerca de la
estación. El segundo retomaba esas palabras emotivas y le agregaba la parte que
había venido a decir: dar un servicio que se había interrumpido y que era la
séptima estación que inauguran durante este gobierno en Malvinas Argentinas. El
dato es cierto, ya que las obras habían sido interrumpidas durante el gobierno
de Macri y no continuaron, pero nunca dicen nada de cuánto se gasta y cuál fue
el presupuesto dado a las empresas que hacen las obras. Toda esa postergación
generó las condiciones con las que tuvieron que
padecer y sufrir los verdaderos usuarios del tren Belgrano. Al fin y al cabo
allí había en su mayoría funcionarios provinciales y municipales, mucha tercera
edad, gente de la Cámara de comercio de Grand Bourg, periodistas que escriben
siempre buenas noticias, donde todo está bien (y después se enojan si uno les
pregunta cuánto tienen de pauta del Municipio) en este nuevo country que es
Malvinas. A este encuentro le faltaba el mayor símbolo peronista, cuando todo es
una fiesta: no había puestos de choripán y menos el bombo, para terminar de sacar la alegría.
La
conclusión es que fue un acto del Presidente de la Cámara de diputados, con la
excusa de inaugurar la última estación del Belgrano (en las otras
inauguraciones había estado Alberto y Kiciloff); estaban los que tenían que estar para la foto. Al ver a dos de
estos funcionarios juntos, y luego de sus discursos de promesas y esperanza,
siempre pienso cómo surgen: de dónde vienen. Ambos oradores, están muy
enlazados, en estructuras familiares, que ya tiene recorrido en la política
(uno en Malvinas y el otro en Tigre).
Desde allí los alientan y estimulan para que sigan subiendo, lo demás lo hace
el partido. Me volví caminado, y pensando en esa mujer que esperaba- en toda su
inocencia- que llegara Cristina.
Carlos
Liendro
lunes, 7 de marzo de 2022
El flaco: de Artaud a Invisible
Hay un Spinetta borgeano, junguiano, niesztcheano, hasta foucoultiano y de varias lecturas más. Ya me había acercado a ‘Artaud’,
donde no olvido que conseguí un librito del poeta francés por la avenida
Corrientes, luego de salir de un recital de rock. Esa noche prolongada, porque
era como la una de la mañana, fuimos a la radio. Queríamos conocer (en el viejo
edificio de Maipú 555) nuestro programa de rock favorito. El locutor nos invitó a pasar y vio que andaba con un libro de Antonin
Artaud (era ‘El ombligo de los limbos’, en una edición rústica que nunca más
encontré). Él leyó con esa gola grave los poemas y hablamos de ‘Pescado rabioso’,
ese último álbum que hizo Luis Alberto Spinetta, ya separado su último grupo
(Carlos Cutaia, David Lebon, Black Amaya). Creo que lo que más me impresionaba
era que el flaco venía de esos súper- grupos pesados, y se largó en este disco
solista con tanta poesía y melodías. ‘Cantata
de los pueblos amarillos’ me sigue sonando en los oídos.
Después de muchos años caí que eran productos de sus lecturas. El Spinettta ‘borgeano’ lo descubrí y describí en un ensayito para gente de literatura (lectores muy obsesivos). El tema era ‘Los libros de la buena memoria’, donde hasta describe a nuestro mayor literato reconocido en el mundo: “se queda oyendo como un ciego frente al mar”. El ‘junguiano’ apareció con su grupo ‘Invisible’ (junto a Pomo y Machi, en batería y bajo respectivamente). Ensayaban en una quinta que había alquilado por Moreno, y allí estuvieron un mes, hasta que salió ese primer LP. Era por 1973. Solo menciono ‘La llave del mandala’.
Ese año jamás podría olvidarlo porque se juntaron varias cosas.
Fue el 21 de septiembre: había cumplido con el ritual del secundario, en la
fiesta de los estudiantes y de allí me iba a escuchar el Festival de rock que
se hacía en la cancha de Vélez. Iba de una quinta de Del Viso a Liniers, combinando trenes y
subtes. Ahí nos encontramos con mis amigos del barrio, que ya habíamos acordado
juntarnos. Tampoco puedo olvidar a un loco que gritaba subido a un mástil a
cada uno de los ‘rockers’ nacionales que aparecían. Estuvo Moris, y este ñato
le gritaba como un desesperado, - con el eco que repercutía por todo el
estadio- ¡Tócate El Oso!...Por eso momento vimos más debajo de las tribunas,
caminando en las gradas, a nuestro amigo Roberto, que iba con una chica (él era
el ‘ganador’ de la barra). Le gritábamos para que venga con nosotros como en
otros festivales que estábamos juntos, y solo miraba, sonreía y saludaba. Se
levantó con la chica y empezó a caminar, alejándose aún más abajo. No sé de
dónde salió el proyectil, o si fue ese que gritaba como un condenado subido
arriba del mástil, pero el naranjazo lo embocó en la cabeza en la parte de
atrás. Fue un emboque de más de 60 metros. Medio estadio colmado, que seguía
los acontecimientos, largó una carcajada al unísono, y Roberto solo hizo la
señal de la V, y seguía sonriendo.
En el medio de los cambios de los grupos que tocaban, aproveché para ingresar al campo de juego, donde estaba montado el escenario. Caminado tranquilo estaba el flaco. Fue la primera vez que lo veía, con esos zapatos con plataforma, un pantalón ‘patas de elefante’ y un saco celeste abrillantado. No tenía esa pose de ‘star’, así que hablamos sobre Artaud. Aquel poeta que pasó años en un manicomio y que se parecía tanto a nuestro poeta, que estuvo encerrado en el Borda (Jacobo Fijman). Como siempre más tarde leía cosas de Lacan y Pichón Riviere, citando su obra y hablando de la locura y el encierro en los hospitales psiquiátricos.
Cayendo la noche subió el trío Invisible:
interpretaron temas que no conocía y el lado b, del simple que promocionaban en
la radio de ‘Elementales leches’. Un
riff violento que sonaba y se repetía mientras las tribunas rugían: “Estado de coma…estado de coma”, cantaba
el flaco; años después el surrealismo de esa canción la encontré camino a la
Universidad Lomas, cuando fui docente.
Una parte dice: “Un avión salió a la calle…”, por la ventanilla del micro veía
un avión de Aerolíneas Argentinas, estacionado al lado de la ruta 4, cerca del
cruce del puente que va a Ezeiza.
Otro de los recitales que me vino a la memoria fue
cuando largaron el segundo álbum de Invisible, con un guitarrista agregado,
Tomas Gubitsch, que luego integró el Octeto de Astor Piazzolla. Spinetta era
nuestro Piazzolla del rock. Ese recital se hizo en un teatro de Capital. Lo más
cómico fue cuando el flaco (que estaba dejando las drogas) mientras preparaba
otro tema le gritan: ¡tocáte ‘Estoy hecho un demonio’! Se ‘paranoiquinisó’ y comenzó
por el micrófono, a largar una extensa perorata sobre una droga: el pentotal, y
cómo las habían utilizado los nazis. ‘Durazno
sangrando’ era el tema central, pero a mí- por ese tiempo- me seguía
gustando ‘Perdonado’ (Niño condenado)’,
que lo había escuchado en vivo en una canal de televisión.
Ya en otra etapa de su vida, comprando facturas, lo
encuentro por Del Viso. Era por aquellos tiempos en que estábamos trabajando
con unos grupos de teatro. Estaba viviendo en uno de los barrios cerrados sobre
la ruta 8, y creo que estaba en pareja con una conocida modelo y actriz.
Lamenté no tener alguna revista que editábamos o algún libro para dejarle. Otra
vez hablaba en forma simple y también figurada, como esa vez que lo encontré en
la cancha de Vélez, solo que esta vez llevaba lentes y teníamos más años encima.
Toda su lírica, ya tiene libros y algunos cursos que
analizan su obra. Lo más importante es que las nuevas generaciones puedan
seguir escuchando su música y sus letras. Se ha consagrado el ‘Día Nacional del
músico’ como un homenaje a Luis Alberto Spinetta, por el día de su nacimiento (23 de enero de 1950). Debo confesar que he seguido sus recitales hasta que
vino el ‘Golpe del 76’. Su obra de jazz- rock no la seguí tanto (pero la
escuchaba, hasta ese disco que hizo en inglés producido por un tenista famoso),
y me alegraba mucho la vuelta en democracia, que volviera a juntarse con otros
músicos, y siguiera produciendo. Solo no funcionó cuando se desató la guerra de egos con Charly Garcia, pero nos dejaron: 'Rezo por vos'. Un tiempo antes de su muerte juntó a la
mayoría de los músicos que pasaron por sus grupos y pudo hacer ese inmenso
recital (con ‘Las bandas eternas’) justamente en el estadio de Vélez.
A los 19 años había compuesto ‘Muchacha ojos de papel’ y ’A
estos hombres tristes’ (que aparecen en el primer disco de Almendra). Cantó con la negra Sosa: ‘Barro tal vez’, esa zamba que escribió a los 17 años. Cuando reunieron de nuevo a Almendra, los fui a ver en ‘Obras’; habían ensayado en una quinta
de Bella Vista, junto a Edelmiro Molinari, Rodolfo García y Emilio del Guercio,
su primera banda del barrio de Belgrano.
Carlos Liendro
jueves, 27 de enero de 2022
A propósito de ‘No mires arriba’
Una de esas películas fue ‘No mires arriba’ (Don’t
look up). Tuvo una serie de críticas particulares. Entre ellas la del relator-
periodista Victor Hugo Morales (VH). Nadie puede negar la capacidad de oratoria,
de retórica y de información que maneja. A
su vez fue una de las principales víctimas de persecución por parte de las
empresas del mayor grupo de concentración de Medios que tiene el país. Por
eso resultó entre ‘extraño y raro’, leer en un artículo (como la de varios
periodistas y comentaristas de radio) decir que ‘No mires arriba’, le pareció ‘ridícula
y la apagó’. En esa nota de vacaciones,
como sistematiza los puntos que le parecieron no coincidir con otras críticas,
sería interesante responderle, pero es una pena que no haya terminado de ver
toda la película. Sucedió algo parecido
en algunos ‘pensadores- progues’ con el final del ‘Guasón’: cuando la gente
sale a la calle y se arma todo ese caos. Muchos de la intelectualidad, han
tomado ese final como la anarquía total, donde no hay salida ante los
cuestionamientos de la muchedumbre que quiere destruir todo, en una rebelión.
‘Guiño
al status quo’. VH al citar a Jorge Alemán (psicoanalista)
toma de él que la película se identifica con ‘el pequeño grupo de científicos’.
¿Por qué solo haber tomado una parte de los que intervienen en la película como
si fueran el centro?, ¿solo porque aparecen primero? Lo que
no pudo ver- tal vez- fueron los otros poderosos que aparecen. Estos están
representados por: una clase política, la tecnología y sus negocios y los
Medios de comunicación.
En algunos comentaristas radiales, cuando escuchaba
la crítica, decían que la película los aburrió. Esos comentaristas, también son
productores de sus programas en TV. Era fácil deducir que ‘los aburría’, cuando
forman parte del problema que se plantea en la película. Nadie presta atención
a un meteorito que caerá en la tierra. Justamente cuando son llevados ‘los
científicos’ a los programas de TV, allí son tratados con la banalidad que se
tratan muchos temas hoy en los medios. Especialmente en ‘la máquina de picar
carne’ como se ha denominado a la televisión.
El guiño al ‘status quo’ es por los medios, pero en
la película comienza por la clase dirigente de ese momento. La excelente
actuación de Meryl Streep (haciendo de presidente de la Nación) con toda esa
dosis de frivolidad que también tiene el poder, pudo haber encandilado a
algunos, asociando a nuestras mujeres presidentes que tuvimos en el país. Pero hay que focalizar muy bien, para no
asociar mal: en una de las escenas dentro del despacho presidencial esta la imagen
por detrás de Nixon. Las nuevas generaciones, quizá no conozcan a este
presidente norteamericano que tuvo que renunciar por ‘escuchas ilegales’. Caso
conocido como el Watergate. Esa clase política esta representada en cuáles son sus intereses/ prioridades y en que son muchas impotentes para actuar en beneficio de las mayorías (o de desastres naturales). Así aparece muy claro la alianza con el negocio de la tecnología y la ciencia, que daría respuestas a todos los problemas.
“El
secreto de la ideología es la identificación, y no la conciencia de la
realidad. Y a mí me parece que eso está muy bien, porque de tomar conciencia de
cómo está el mundo, de la porquería, que yo no lo necesito ya. Lo que importa es con qué nos identificamos en la pelea”. Estas son palabras textuales de VH, cuando
está analizando ‘la comparación y la metáfora’. Posiblemente proyecte su
ideología de identificación con categorías muy estrechas. Recuerdo que una vez
el relator de fútbol decía que ‘podría vivir en una Villa de Retiro, ya que
estaba cerca de los teatros, los cines’. Esa frase que los medios de oposición
la pasaban por sus repetidoras de cable, TV y radio, sonaba ofensiva para los
habitantes de las Villas. Era una frase poco feliz, como se dice ahora, pero
nos sirve para entender algunos puntos y aclarando que no caeremos en lo que
Majul y Lanata, le han venido pegando abajo del cinturón al uruguayo.
Un
hombre de mundo como VH, que va a París, a New York, que tiene contratos
exclusivos para los Mundiales, es un tipo agradecido y hasta humilde, puedo
afirmar (cuando lo conocí personalmente en un Congreso de Cultura, me pareció ver
al actor Ives Montad), por eso es llamativo que más allá que le haya parecido
frívola la película, se quedara solo con lo superficial de las identificaciones
y no de ver cómo está estructurado el poder (de los que en verdad manejan el
mundo). La ciencia también está
controlada por los poderosos, solo que en esta etapa está aún más ligada a la
tecnología. Las críticas de Jean Paul Sartre, Paul Feyerabned, Noam Chomsky, ,
acerca de cómo los ‘egresados’ en diferentes campos de la ciencia, de las
universidades norteamericanas, son reclutados para trabajar en la mayor
industria que ha seguido creciendo: la industria de las armas; allá en los 60
han quedado minimizadas con las nuevas guerras preventivas y los viajes a
Marte.
Carlos Liendro