jueves, 27 de enero de 2022

A propósito de ‘No mires arriba’


Debido a toda la crisis que atraviesa el cine, pandemia mediante, aparecieron múltiples plataformas para mirar películas en casa. Ha sido un negocio que fue en alza en estos últimos dos años. Muchas productoras se inclinaron por estrenar películas directamente para estas nuevas plataformas. Algunas cadenas de salas de cine, no pudieron continuar y fueron cerrando. Pasó en nuestro país y en varios lugares del mundo.

Una de esas películas fue ‘No mires arriba’ (Don’t look up). Tuvo una serie de críticas particulares. Entre ellas la del relator- periodista Victor Hugo Morales (VH). Nadie puede negar la capacidad de oratoria, de retórica y de información que maneja. A su vez fue una de las principales víctimas de persecución por parte de las empresas del mayor grupo de concentración de Medios que tiene el país. Por eso resultó entre ‘extraño y raro’, leer en un artículo (como la de varios periodistas y comentaristas de radio) decir que ‘No mires arriba’, le pareció ‘ridícula y la apagó’.  En esa nota de vacaciones, como sistematiza los puntos que le parecieron no coincidir con otras críticas, sería interesante responderle, pero es una pena que no haya terminado de ver toda la película. Sucedió algo parecido en algunos ‘pensadores- progues’ con el final del ‘Guasón’: cuando la gente sale a la calle y se arma todo ese caos. Muchos de la intelectualidad, han tomado ese final como la anarquía total, donde no hay salida ante los cuestionamientos de la muchedumbre que quiere destruir todo, en una rebelión.

‘Guiño al status quo’. VH al citar a Jorge Alemán (psicoanalista) toma de él que la película se identifica con ‘el pequeño grupo de científicos’. ¿Por qué solo haber tomado una parte de los que intervienen en la película como si fueran el centro?, ¿solo porque aparecen primero?  Lo que no pudo ver- tal vez- fueron los otros poderosos que aparecen. Estos están representados por: una clase política, la tecnología y sus negocios y los Medios de comunicación.

En algunos comentaristas radiales, cuando escuchaba la crítica, decían que la película los aburrió. Esos comentaristas, también son productores de sus programas en TV. Era fácil deducir que ‘los aburría’, cuando forman parte del problema que se plantea en la película. Nadie presta atención a un meteorito que caerá en la tierra. Justamente cuando son llevados ‘los científicos’ a los programas de TV, allí son tratados con la banalidad que se tratan muchos temas hoy en los medios. Especialmente en ‘la máquina de picar carne’ como se ha denominado a la televisión.

El guiño al ‘status quo’ es por los medios, pero en la película comienza por la clase dirigente de ese momento. La excelente actuación de Meryl Streep (haciendo de presidente de la Nación) con toda esa dosis de frivolidad que también tiene el poder, pudo haber encandilado a algunos, asociando a nuestras mujeres presidentes que tuvimos en el país. Pero hay que focalizar muy bien, para no asociar mal: en una de las escenas dentro del despacho presidencial esta la imagen por detrás de Nixon. Las nuevas generaciones, quizá no conozcan a este presidente norteamericano que tuvo que renunciar por ‘escuchas ilegales’. Caso conocido como el Watergate. Esa clase política esta representada en cuáles son sus intereses/ prioridades y en que son muchas impotentes para actuar en beneficio de las mayorías (o de desastres naturales). Así aparece muy claro la alianza con el negocio de la tecnología y la ciencia, que daría respuestas a todos los problemas. 

“El secreto de la ideología es la identificación, y no la conciencia de la realidad. Y a mí me parece que eso está muy bien, porque de tomar conciencia de cómo está el mundo, de la porquería, que yo no lo necesito ya. Lo que importa es con qué nos identificamos en la pelea”. Estas son palabras textuales de VH, cuando está analizando ‘la comparación y la metáfora’. Posiblemente proyecte su ideología de identificación con categorías muy estrechas. Recuerdo que una vez el relator de fútbol decía que ‘podría vivir en una Villa de Retiro, ya que estaba cerca de los teatros, los cines’. Esa frase que los medios de oposición la pasaban por sus repetidoras de cable, TV y radio, sonaba ofensiva para los habitantes de las Villas. Era una frase poco feliz, como se dice ahora, pero nos sirve para entender algunos puntos y aclarando que no caeremos en lo que Majul y Lanata, le han venido pegando abajo del cinturón al uruguayo.

Un hombre de mundo como VH, que va a París, a New York, que tiene contratos exclusivos para los Mundiales, es un tipo agradecido y hasta humilde, puedo afirmar (cuando lo conocí personalmente en un Congreso de Cultura, me pareció ver al actor Ives Montad), por eso es llamativo que más allá que le haya parecido frívola la película, se quedara solo con lo superficial de las identificaciones y no de ver cómo está estructurado el poder (de los que en verdad manejan el mundo). La ciencia también está controlada por los poderosos, solo que en esta etapa está aún más ligada a la tecnología. Las críticas de Jean Paul Sartre, Paul Feyerabned, Noam Chomsky, , acerca de cómo los ‘egresados’ en diferentes campos de la ciencia, de las universidades norteamericanas, son reclutados para trabajar en la mayor industria que ha seguido creciendo: la industria de las armas; allá en los 60 han quedado minimizadas con las nuevas guerras preventivas y los viajes a Marte.

Carlos Liendro


 

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