Una de esas películas fue ‘No mires arriba’ (Don’t
look up). Tuvo una serie de críticas particulares. Entre ellas la del relator-
periodista Victor Hugo Morales (VH). Nadie puede negar la capacidad de oratoria,
de retórica y de información que maneja. A
su vez fue una de las principales víctimas de persecución por parte de las
empresas del mayor grupo de concentración de Medios que tiene el país. Por
eso resultó entre ‘extraño y raro’, leer en un artículo (como la de varios
periodistas y comentaristas de radio) decir que ‘No mires arriba’, le pareció ‘ridícula
y la apagó’. En esa nota de vacaciones,
como sistematiza los puntos que le parecieron no coincidir con otras críticas,
sería interesante responderle, pero es una pena que no haya terminado de ver
toda la película. Sucedió algo parecido
en algunos ‘pensadores- progues’ con el final del ‘Guasón’: cuando la gente
sale a la calle y se arma todo ese caos. Muchos de la intelectualidad, han
tomado ese final como la anarquía total, donde no hay salida ante los
cuestionamientos de la muchedumbre que quiere destruir todo, en una rebelión.
‘Guiño
al status quo’. VH al citar a Jorge Alemán (psicoanalista)
toma de él que la película se identifica con ‘el pequeño grupo de científicos’.
¿Por qué solo haber tomado una parte de los que intervienen en la película como
si fueran el centro?, ¿solo porque aparecen primero? Lo que
no pudo ver- tal vez- fueron los otros poderosos que aparecen. Estos están
representados por: una clase política, la tecnología y sus negocios y los
Medios de comunicación.
En algunos comentaristas radiales, cuando escuchaba
la crítica, decían que la película los aburrió. Esos comentaristas, también son
productores de sus programas en TV. Era fácil deducir que ‘los aburría’, cuando
forman parte del problema que se plantea en la película. Nadie presta atención
a un meteorito que caerá en la tierra. Justamente cuando son llevados ‘los
científicos’ a los programas de TV, allí son tratados con la banalidad que se
tratan muchos temas hoy en los medios. Especialmente en ‘la máquina de picar
carne’ como se ha denominado a la televisión.
El guiño al ‘status quo’ es por los medios, pero en
la película comienza por la clase dirigente de ese momento. La excelente
actuación de Meryl Streep (haciendo de presidente de la Nación) con toda esa
dosis de frivolidad que también tiene el poder, pudo haber encandilado a
algunos, asociando a nuestras mujeres presidentes que tuvimos en el país. Pero hay que focalizar muy bien, para no
asociar mal: en una de las escenas dentro del despacho presidencial esta la imagen
por detrás de Nixon. Las nuevas generaciones, quizá no conozcan a este
presidente norteamericano que tuvo que renunciar por ‘escuchas ilegales’. Caso
conocido como el Watergate. Esa clase política esta representada en cuáles son sus intereses/ prioridades y en que son muchas impotentes para actuar en beneficio de las mayorías (o de desastres naturales). Así aparece muy claro la alianza con el negocio de la tecnología y la ciencia, que daría respuestas a todos los problemas.
“El
secreto de la ideología es la identificación, y no la conciencia de la
realidad. Y a mí me parece que eso está muy bien, porque de tomar conciencia de
cómo está el mundo, de la porquería, que yo no lo necesito ya. Lo que importa es con qué nos identificamos en la pelea”. Estas son palabras textuales de VH, cuando
está analizando ‘la comparación y la metáfora’. Posiblemente proyecte su
ideología de identificación con categorías muy estrechas. Recuerdo que una vez
el relator de fútbol decía que ‘podría vivir en una Villa de Retiro, ya que
estaba cerca de los teatros, los cines’. Esa frase que los medios de oposición
la pasaban por sus repetidoras de cable, TV y radio, sonaba ofensiva para los
habitantes de las Villas. Era una frase poco feliz, como se dice ahora, pero
nos sirve para entender algunos puntos y aclarando que no caeremos en lo que
Majul y Lanata, le han venido pegando abajo del cinturón al uruguayo.
Un
hombre de mundo como VH, que va a París, a New York, que tiene contratos
exclusivos para los Mundiales, es un tipo agradecido y hasta humilde, puedo
afirmar (cuando lo conocí personalmente en un Congreso de Cultura, me pareció ver
al actor Ives Montad), por eso es llamativo que más allá que le haya parecido
frívola la película, se quedara solo con lo superficial de las identificaciones
y no de ver cómo está estructurado el poder (de los que en verdad manejan el
mundo). La ciencia también está
controlada por los poderosos, solo que en esta etapa está aún más ligada a la
tecnología. Las críticas de Jean Paul Sartre, Paul Feyerabned, Noam Chomsky, ,
acerca de cómo los ‘egresados’ en diferentes campos de la ciencia, de las
universidades norteamericanas, son reclutados para trabajar en la mayor
industria que ha seguido creciendo: la industria de las armas; allá en los 60
han quedado minimizadas con las nuevas guerras preventivas y los viajes a
Marte.
Carlos Liendro