un guion simple: se coloca una cámara sobre un casco o gorra y va enfocando los lugares por donde reparte. La mitad de la ciudad
jueves, 31 de diciembre de 2015
lunes, 21 de diciembre de 2015
De Grand Bourg para el mundo: hoy Rodrigo García
(nota del editor)
La última vez que lo vi fue en el Festival de teatro que se hacía en Capital. Su obra se presentó en el teatro del Zoo. El se volvía para España y de mi parte me volvía en tren a Grand Bourg.
Lo conocí de adolescente cuando hizo dibujos para un festival de rock que hicimos. Lo que me gustó de esta biografía es que dice que 'era hijo de un carnicero y una verdulera'. Cada vez que paso por esa esquina de Pasco, a una cuadra de Cura Brochero, me recuerda al relato que escribí sobre un tipo creativo: cómo sería su vida si se hubiera quedado aquí. Ahora es director de un teatro en Francia.
Rodrigo García (Buenos Aires, Argentina, 1964) es un director de teatro, dramaturgo y escenógrafo argentino, fundador de la compañía La Carnicería Teatro. Vive en España desde 1986, país (con Francia) donde se ha desarrollado principalmente su carrera teatral. Ha colaborado, entre otras instituciones y festivales, con el Centro Dramático Nacional (España), el Festival de Aviñon o la Bienal de Venecia. En 2009 recibió el Premio Europa Nueva Realidad Teatral.
La última vez que lo vi fue en el Festival de teatro que se hacía en Capital. Su obra se presentó en el teatro del Zoo. El se volvía para España y de mi parte me volvía en tren a Grand Bourg.
Lo conocí de adolescente cuando hizo dibujos para un festival de rock que hicimos. Lo que me gustó de esta biografía es que dice que 'era hijo de un carnicero y una verdulera'. Cada vez que paso por esa esquina de Pasco, a una cuadra de Cura Brochero, me recuerda al relato que escribí sobre un tipo creativo: cómo sería su vida si se hubiera quedado aquí. Ahora es director de un teatro en Francia.
Rodrigo García (Buenos Aires, Argentina, 1964) es un director de teatro, dramaturgo y escenógrafo argentino, fundador de la compañía La Carnicería Teatro. Vive en España desde 1986, país (con Francia) donde se ha desarrollado principalmente su carrera teatral. Ha colaborado, entre otras instituciones y festivales, con el Centro Dramático Nacional (España), el Festival de Aviñon o la Bienal de Venecia. En 2009 recibió el Premio Europa Nueva Realidad Teatral.
En Argentina
Rodrigo García nació en Buenos Aires en 1964, hijo de un carnicero y de una verdulera. Estudió Ciencias de la Información en la Universidad Nacional de Lomas de Zamora, en la provincia de Buenos Aires, y recibió formación teatral, fundamentada en el teatro del absurdo. Durante el período que abarca de 1980 a 1986 cimenta su formación viendo una gran cantidad de obras teatrales y cinematográficas en las salas de Buenos Aires: frecuenta las del barrio San Telmo, la Cinemateca Hebraica, el cine Leopoldo Lugones, el Cosmos 70, etc. Este interés por el arte seguremente le salvó de caer en la delincuencia, como era frecuente entre los jóvenes del barrio chabolista donde vivía, Yparraguirre de Grand Bourg.1
En esta época recibe gran influencia de la obra artistas como Inda Ledesma, Eduardo Pavlovsky y del autor polacoTadeusz Kantor, especialmente de su obra Wielepole-Wielepole.
En España
En el año 1986 decide emigrar a España para intentar desarrollar su carrera como director y dramaturgo. Encontrándose en Madrid un panorama conservador donde sus propuestas para llevar a cabo obras de Paulovsky no son bien recibidas. En estos años comienza a trabajar como publicitario compaginándolo junto con su producción teatral, este trabajo le acompañará durante 18 años. En esa época conoce a la compañía Espacio Cero,2 compañía de teatro madrileña desaparecida, creada en 1978. Entre sus espectáculos representados se encuentran: El Pauto de Carlos Trías, Camaralenta de Eduardo Paulovsky, Máquinahamlet de Heiner Müller, y Delante del Muro de Antonio Fernández Lera) que en el entorno conservador teatral de la capital de España hacían obras de Heiner Müller y del propio Paulovsky dirigidas por Roberto Villanueva. Después conoce al que será uno de sus más estrechos colaboradores durante su carrera, Carlos Marquerie , que desde el Teatro Pradillo armó un espacio para la creación interdisciplinar, favoreciendo los cruces con las artes plásticas y la música, especialmente los encuentros entre el teatro y la danza, y con la intención de establecer relaciones de intercambio con los teatros europeos de pequeño formato y de diálogo con los artistas escénicos de riesgo. Su fundación podría ser entendida como una respuesta a la creciente "descontextualización" de la creación contemporánea. Marquerie logró organizar y producir una línea de programación teatral radical y utópica.
Cuando Marquerie deja el tearo Pradillo en 1996 para construir la compañía Lucas Cranach, es la sala madrileña de la calle Ercilla, La Cuarta Pared, la que acoge a García sus propuestas.
Durante los años noventa su obra, diáloga de forma potente con el paisaje artístico contemporáneo: instalaciones, videocreación y performance, reseñando fundamentalmente artistas tan destacados como Bruce Nauman, Jenny Holzer o Paul Mc Carthey. También cabria reseñar influencias como Samuel Beckett, Thomas Bernhard y Luis Buñuel. Buscando llevar a escena la libertad que los artistas plásticos utilizan a la hora de elaborar sus piezas, más allá de las formas del teatro tradicional, sumergiéndose en una transformación en las relaciones del este. El propio autor reconoce la gran influencia que suponen en él sus vistas a las diversas Documenta de Kassel y Bienal de Venecia.
Obras de esta época son Los tres cerditos (1993) o El dinero (1996), que a día de hoy gozan de una gran actualidad. Su propuesta estaba muy próxima entonces (1995) de los espectáculos acumulativos propuestos por como Elizabeth LeCompte con el Wooster Group o Reza Abdoh con Dar a Luz, utilizando redes textuales para dejar al espéctador desorientado, afectado perceptivamente. Rodrigo García, toma distancia de estas prácticas más comerciales utilizando como campo de batalla lo brutal, “en un intento de aproximarse a lo real por medio de la destrucción, la imaginación desenfrenada, el desprecio y la poesía de lo cotidiano”, según el profesor José Antonio Sanchez.3 Ya desde estas obras se encuentran elementos característicos que van a continuar desarrollándose en todo su trabajo, porque más allá de las etapas que se pueden diferenciar, el mundo escénico de Rodrigo García conserva una fuerte personalidad.
Como nos dice el investigador del SCIC Óscar Cornago,4 a medida que transcurren los años noventa su creación evoluciona hacia un tipo de comunicación escénica más directa, más explícita en sus referencias sociales y también más físico. El grado de implicación física de los actores fue en paralelo al grado de compromiso social que quiso hacer visible en su obra. El trabajo de los actores ocupa el centro del escenario y el modo de exposición se hace más abierto, buscando un cara a cara con el público y con la sociedad. La obra transmite una actitud de confrontación, descaro e insolencia. El escenario se llena de música, las acciones se hacen impúdicas y el ritmo se acelera. El escenario devuelve a la sociedad de consumo, moralista e hipócrita, su rostro degradado y cínico. A este período responden sus obras más conocidas, aquellas que le abrieron las puertas del teatro público europeo y los festivales internacionales, como After sun (2000), que alcanzó 300 representaciones, y Compré una pala en Ikea para cavar mi tumba (2002), después vino La historia de Ronald, el payaso de McDonald´s (2002), que, como dice el autor, seis años después se sigue programando, y las que ya dejaron de verse en España, como Jardinería humana y Agamenón. Volví del supermercado y le di una paliza a mi hijo, ambas del 2003, donde se lleva al extremo este lenguaje escénico.
Lo monstruoso aparece de forma espontánea allí donde lo orgánico se ve privado de límites. Al igual que David Lynch oCindy Sherman, García recurre a "lo abyecto" con la intención de adentrarse en lo que él denominaba el "universo del mal". "Para ambos artistas el descontrol, el caos, el desorden, la sexualidad e, incluso el mismo cuerpo, infunden miedo e inculcan el temor en los espectadores.
Puede resultar difícil entender que una obra con una violencia crítica expresada de forma tan directa haya resultado aclamada en el corazón de la misma Europa a la que esta crítica apunta, pero el arte moderno llega a funcionar así. El artista se enfrenta a una maquinaria cultural con una impresionante capacidad de asimilar, envolver y convertir en producto de consumo la obra más radicalmente antimercado, lo que traducido en términos escénicos, daría un entretenido espectáculo, emociones fuertes y compromiso social pagados por la clase media intelectual europea, un sector social que en España ni siquiera ha adquirido la fuerza suficiente para llegar a programar este tipo de teatro. Para bien o para mal, en Madrid todavía es difícil llegar a consumir escénicamente transgresión. De nuevo según Cornago, tras este período de acelerada producción y enorme éxito, Rodrigo García anuncia un tiempo de reflexión, en el que siguen girando estos espectáculos, pero deja de crear. Durante el 2004 recurre a unas sencillas propuestas para presentar dos textos, que ya estaban escritos antes, en forma de monólogos, Borges y Goya. El mundo anterior queda citado en un vídeo que abre y cierra la obra, donde una vez más pornografía y capitalismo se dan la mano; sin embargo, lo que vemos en escena ya no son cuerpos desnudos o acciones violentas, sino dos extraños personajes que con un ritmo tranquilo cuentan sendas historias, entreveradas de episodios autobiográficos, pasajes cómicos y reflexiones filosóficas. Un año después viene una pieza breve, Accidens. Matar para comer, que contrasta también con sus trabajos anteriores. En un escenario limpio, con una luz azulada y un mar proyectado de fondo, un Juan Loriente elegante y meditativo observa tranquilamente el enorme bogavante, suspendido en mitad del escenario, que va a preparar a la plancha para terminar comiéndoselo. La mesa de operaciones recuerda a la que tantas veces ha utilizado en sus obras, pero ahora todo tiene un aire distinto. Se crea un clima que persigue un sentido de unidad escénica que quizá, como señala el autor, no tuvieron sus anteriores trabajos, con un carácter más fragmentario. Un texto proyectado en letras grandes hace una reflexión silenciosa, en primera persona, sobre la muerte. De fondo, los latidos del corazón del animal dejan paso a la voz de Louis Armstrong, What a wonderful world!.
En la obra de García se dan una serie de tema recurrentes que constituyen los principios de un discurso moral que el autor no da elaborado:
-Una penetración de las representaciones en busca de lo real y un posicionamiento ético. -El desprecio del sistema educativo como mecanismo de alienación del individuo. -La burla de la ambición. -El rechazo del trabajo y la defensa de la ociosidad. -La denuncia del consumismo. -La obsesión por penetrar las vidas de los otros. -La defensa del exceso. -El caos y la contradicción como una forma de expresar la rebelión contra el conformismo y lo establecido.
José Antonio Sánchez nos señala, Rodrigo García ha creado siempre desde una compleja conciencia del entorno en el que se encuentra, de su entorno personal, social y profesional; es por esto que en un sentido antropológico amplio del término su trabajo puede ser considerado como muy político.
En 2009 la UNESCO le otorga el XI Premio Europa Nuevas Realidades Teatrales, junto a otros creadores: el belga Guy Cassiers, el italiano Pippo Delbono, el húngaro Schilling y el francés Françoise Tanguy y su Théâtre du Radeau. A pesar de la importancia este acontecimiento pasa prácticamente desapercibido para la opinión pública española.
Obras
- Esto es así y a mí no me jodáis (2010)
- Muerte y reencarnación en un cowboy (2009)
- Versus (2008), con Patricia Álvarez, David Carpio, Amelia Díaz, Rubén Escamilla, Juan Loriente, Nuria Lloansi, David Pino,Daniel Romero, Víctor Vallejo, Isabel Ojeda; idea y dirección: Rodrigo García; producción: Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales (SECC).
- En algún momento de la vida deberías plantearte seriamente dejar de hacer el ridículo (2007), con Luca Camiletti, Jorge Horno, Agnés Mateus; texto, espacio y dirección: Rodrigo García; producción: Laboratorio Nove y Teatro de la Limonaia de Firenze.
- Cruda, vuelta y vuelta, al punto, chamuscada (2007), con Juan Loriente y los murgueros de Buenos Aires; texto, espacio y dirección: Rodrigo García; producción: Festival d’Avignon.
- 2186 (2007), con Juan Navarro, Diane Busatil y Stefano Scodanibbio; música: Stefano Scodanibbio; texto, espacio y dirección:Rodrigo García; producción: DRO Festival, Italia.
- Arrojad mis cenizas sobre Mickey (2006), con Nuria Lloansi, Juan Loriente y Jorge Horno; texto, espacio y dirección: Rodrigo García; producción: Teatro Nacional de Bretagne, Escena Nacional de Annecy, La Carnicería Teatro.
- Aproximación a la idea de la desconfianza (2006), con Juanjo de la Jara, Agnés Mateus, Jorge Horno, Jean Benoix Ugeux; texto, espacio y dirección: Rodrigo García; producción: Bonlieu Escena Nacional de Annecy, La Carnicería Teatro.
- Accidens (matar para comer) (2004), con Juan Loriente; texto, espacio y dirección: Rodrigo García; producción: Teatro Mercadante de Prato, La Carnicería Teatro.
- Prefiero que me quite el sueño Goya a que lo haga cualquier hijo de puta (2004), con Gonzalo Cunill; texto, espacio y dirección: Rodrigo García; producción: La Carnicería Teatro.
- Agamenón (2004), con Rubén Ametllé, Gonzalo Cunill, Nico Baixas, Anne Maud Meyer, Juan Navarro y Stanstill; texto, espacio y dirección: Rodrigo García; producción: Teatro di Nápoles- Fundazione Orestiadi, Gibellina Sicilia.
- Rey Lear (2004), Comedie de Valence, Francia, con Nicolas Bouchaud, Marc Bodnar, Angélique Colaisseau, Frédérique Loliee, Anne-Maud Meyer; texto, espacio y dirección: Rodrigo García; producción: Comedie de Valence-Centre Dramatique National Drôme-Ardèche, Valence.
- Jardinería humana (2004), con Idurre Azkue, Nico Baixas, Teo Baró, Sonia Gómez, Núria Lloansi y Angélica Riquelme; textos, dirección escénica, escenografía: Rodrigo García; coproducción Théâtre National de Bretagne-Rennes, Théâtre de laVille-Paris, Festival d’Automne-Paris, Le Cargo-Maison de la Culture de Grenoble TNT-Théâtre National de Toulouse Midi Pyrénées.
- La historia de Ronald el payaso de McDonalds (2003), con Rubén Ametlle, Juan Loriente y Juan Navarro; texto, espacio y dirección: Rodrigo García; producción: Citemor 2002 Portugal y la Carnicería Teatro.
- Compré una pala en IKEA para cavar mi tumba (2003), con Patricia Lamas, Juan Loriente, Rubén Escamilla, Ana María Hidalgo; texto, espacio y dirección: Rodrigo García; producción: La Carnicería Teatro, INAEM, Comunidad de Madrid.
- Les cons (2001); texto, espacio, iluminación y dirección: Rodrigo García; producción: Teatro Saint Gervais Genève, Bonlieu Escena Nacional de Annecy.
- A veces me siento tan cansado que hago estas cosas (2001), con Rubén Ametlle, Nico Baixas, Juan Navarro, Rubén Escamilla y Standstill; texto, espacio y dirección: Rodrigo García; producción: Sitges Festival Internacional.
- Somebody to love (2001), con Miguel Ángel Altet, Gonzalo Cunill, Juan Loriente, Jimmy y el perrito; espacio y dirección: Rodrigo García; producción: Festival La Alternativa, Madrid.
- Creo que no me habéis entendido bien (2001), con Marcial di Fonzo Bo y Boris; texto, espacio y dirección: Rodrigo García; producción: Teatro de Les Lucioles y los Encuentros de Pont a Mouson, Francia.
- Aftersun (2oo1),dramaturgia y dirección: Rodrigo García.
- Somebody to love (2001).
- Haberos quedado en casa, capullos, (2000),dramaturgia y dirección: Rodrigo García.
- Conocer gente, comer mierda (1999), dramaturgia y dirección: Rodrigo García.
- Protegedme de lo que deseo (1998), dramaturgia y dirección: Rodrigo García.
- El carnicero español (1997), dramaturgia: Rodrigo García.
- Nova (1995),dirección: Rodrigo García.
- Notas de cocina(1995),dramaturgia y dirección: Rodrigo García.
- El dinero (1994), dramaturgia y dirección: Rodrigo García.
- Prometeo (1992),dramaturgia y dirección: Rodrigo García.
- Matando Horas (1991), dramaturgia y dirección: Rodrigo García.
- Martillo (1989)
- Acera Derecha (1989), dramaturgia y dirección: Rodrigo García.
Rodrigo García y La Carnicería Teatro han realizado también las siguientes instalaciones:
- Prefiero que me quite el sueño Goya a que lo haga cualquier hijo de puta, Casa de América, Madrid (2004).
- Vasos de agua para soñar, Kunsten Festival, Bruselas (2002).
- Gilipollas tú, gilipollas yo, Sala Cuarta Pared, Madrid (1997).
- Hamlet, Audiovisual Experimental Festival (AVE), Arhem, Holanda (1993).
- Dime poesías-boxea, Espacio Arte, Teatro Pradillo, Madrid Atelier-MOMA, Valencia (1993).
Textos publicados
En castellano
Editorial Pliegos de Teatro y Danza[editar]
- Número 35: Rodrigo García: Muerte y reencarnación en un cowboy
- Número 9: Rodrigo García: Agamenón Volví del supermercado y le di una paliza a mi hijo ISBN 84-96523-12-8
- Número 11: Rodrigo García: Prefiero que me quite el sueño Goya a que lo haga cualquier hijo de puta ISBN 84-96523-13-
- Número 13: Rodrigo García: Jardinería humana / A este tipo no queremos volver a verle ISBN 84-96523-14-4
- Número 15: Rodrigo García: Borges ISBN 84-96523-15-2
- Número 20: Rodrigo García: Aproximación a la idea de desconfianza | Esparcid mis cenizas en Eurodisney ISBN 978-84-96523-19-7
- Número 22: Rodrigo García: Cruda, vuelta y vuelta, al punto, chamuscada ISBN 978-84-96523-22-7
- Número 28: Rodrigo García: Versus (Texto) ISBN 978-84-96523-28-9
- Número 29: Rodrigo García: Versus (Dibujos) ISBN 978-84-96523-29-6
- Número 35: Rodrigo García: Muerte y reencarnación en un cowboy ISBN 978-84-96523-35-7
Editorial La Uña Rota[editar]
- Cenizas escogidas (Obras 1986-2009) de Rodrigo García ISBN 978-84-95291-13-4
Caos Editorial[editar]
- Haberos quedado en casa, capullos. Llora mi cuerpo, no hay palabras. ISBN 84-95683-30-X 5
En francés[editar]
Éditions les solitaires intempestifs[editar]
- Cendres II (2000-2009) ISBN 978-2-84681-337-2
- Golgotha picnic ISBN 978-2-84681-329-7
- Cendres I (1986-1999) ISBN 978-2-84681-298-6
- Versus ISBN 978-2-84681-268-9
- Bleue, saignante, à point, carbonisée (livre DVD) ISBN 978-2-84681-256-6
- C'est comme ça et me faites pas chier ISBN 978-2-84681-257-3
- Et balancez mes cendres sur Mickey suivi de Approche de l'idée de méfiance ISBN 978-2-84681-205-4
- Goya (bilingue) ISBN 2-84681-154-7
- Agamemnon ISBN 2-84681-090-7
- Prometeo ISBN 2-84681-079-6
- Roi Lear ISBN 2-84681-034-6
- Jardinage humain (49 fragments 3 listes 18 dessins) ISBN 2-84681-048-6
- L'Histoire de Ronald le clown de Mc Donald's (suivi de) J'ai acheté une pelle chez Ikea pour creuser ma tombe ISBN 978-2-84681-067-8
- Borges (version bilingue español / français) ISBN 2-84681-047-8
- After sun suivi de L'avantage avec les animaux, c'est qu'ils t'aiment sans poser de questions ISBN 978-2-84681-011-1
- Fallait rester chez vous, têtes de nœud ISBN 2-84681-026-5
- Notes de cuisine ISBN 978-2-84681-018-0
- Vous êtes tous des fils de pute ISBN 2-84681-012-5
Estudios sobre su obra[editar]
- El teatro de Rodrigo García, de Fernando Olaya Pérez. ISBN 978-84-944-0290-6 6
fuente: wikipedia
viernes, 11 de diciembre de 2015
lunes, 7 de diciembre de 2015
Historia de Grand Bourg
UNA HISTORIA DE GRAND BOURG
La localidad se encuentra en tierras que fueron propiedades de Juan Andrés de Cabo y Pastor Parra. Eran estanzuelas dedicadas fundamentalmente a la agricultura. Hacia las primeras décadas de nuestro siglo los pobladores eran escasos y correspondían a las familias que habitaban las chacras, tambos y quintas de verduras que eran las actividades que predominaban en el lugar. Algunos apellidos de aquellos primeros pobladores eran Aguilar, Dulio, Draghi, Giménez, Martingaste, Arroyo, Spinetta, entre otros. Posteriormente, surge otra actividad económica, los primeros hornos de ladrillos, constituyéndose en una producción característica de Grand Bourg.
Hacia el año 1948 se da el primer remate en las tierras aledañas a lo que hoy es la estación del ferrocarril, que en la época aun no se había creado. El remate realizado por la firma inmobiliaria "G.C.Grosso" tuvo singular éxito. Prontamente los compradores fueron construyéndose sus viviendas para establecerse en ellas, operando un importante cambio en el poblamiento de la localidad.
Conforme crecía la población comenzó a resultar necesario el establecimiento de una estación de ferroviaria, máxime teniendo en cuenta que gran parte de los nuevos pobladores de la localidad trabajaban en lugares alejados. En esa época, para tomar el tren, los habitantes de Grand Bourg tenían que caminar cerca de dos kilómetros hasta la estación de la vecina localidad de Ingeniero Pablo Noguès. En el año 1951 finalmente se habilita una parada ferroviaria denominada "km 36", que luego en el año 1956 pasaría a ser estación Primero de mayo. Tres años más tarde recibiría la denominación definitiva de Grand Bourg.
EL establecimiento de la parada ferroviaria significo un hito importante a partir del cual la localidad comenzó un rápido proceso de urbanización, de la mano de los remates de lotes en cuotas, que originaron los barrios que en la actualidad forman parte de Grand Bourg: Iparraguirre, Dumas, Santa Lucia, Devoto, El cruce, Estudiantes, Emaus, Tierras Altas, Rodríguez.
El 1º de Abril de 1975 se crea la Biblioteca Popular William Morris, que persiste en la actualidad.
El 14 de Marzo de 1980 se crea el Club Social y Polideportivo de Grand Bourg, cuyo primer socio y presidente fue Guillermo Alejandro Nietto.
El 28 de noviembre de 1985 la ley provincial por la cual se da a la localidad de Grand Bourg carácter de ciudad.
Fuente: wikipedia
La localidad se encuentra en tierras que fueron propiedades de Juan Andrés de Cabo y Pastor Parra. Eran estanzuelas dedicadas fundamentalmente a la agricultura. Hacia las primeras décadas de nuestro siglo los pobladores eran escasos y correspondían a las familias que habitaban las chacras, tambos y quintas de verduras que eran las actividades que predominaban en el lugar. Algunos apellidos de aquellos primeros pobladores eran Aguilar, Dulio, Draghi, Giménez, Martingaste, Arroyo, Spinetta, entre otros. Posteriormente, surge otra actividad económica, los primeros hornos de ladrillos, constituyéndose en una producción característica de Grand Bourg.
Hacia el año 1948 se da el primer remate en las tierras aledañas a lo que hoy es la estación del ferrocarril, que en la época aun no se había creado. El remate realizado por la firma inmobiliaria "G.C.Grosso" tuvo singular éxito. Prontamente los compradores fueron construyéndose sus viviendas para establecerse en ellas, operando un importante cambio en el poblamiento de la localidad.
Conforme crecía la población comenzó a resultar necesario el establecimiento de una estación de ferroviaria, máxime teniendo en cuenta que gran parte de los nuevos pobladores de la localidad trabajaban en lugares alejados. En esa época, para tomar el tren, los habitantes de Grand Bourg tenían que caminar cerca de dos kilómetros hasta la estación de la vecina localidad de Ingeniero Pablo Noguès. En el año 1951 finalmente se habilita una parada ferroviaria denominada "km 36", que luego en el año 1956 pasaría a ser estación Primero de mayo. Tres años más tarde recibiría la denominación definitiva de Grand Bourg.
EL establecimiento de la parada ferroviaria significo un hito importante a partir del cual la localidad comenzó un rápido proceso de urbanización, de la mano de los remates de lotes en cuotas, que originaron los barrios que en la actualidad forman parte de Grand Bourg: Iparraguirre, Dumas, Santa Lucia, Devoto, El cruce, Estudiantes, Emaus, Tierras Altas, Rodríguez.
El 1º de Abril de 1975 se crea la Biblioteca Popular William Morris, que persiste en la actualidad.
El 14 de Marzo de 1980 se crea el Club Social y Polideportivo de Grand Bourg, cuyo primer socio y presidente fue Guillermo Alejandro Nietto.
El 28 de noviembre de 1985 la ley provincial por la cual se da a la localidad de Grand Bourg carácter de ciudad.
Fuente: wikipedia
domingo, 6 de diciembre de 2015
Hey Bill!
Paul McCartney relata en off (en el último DVD de los Beatles, recientemente aparecido), que cuando filmaron (lo que hoy conoceríamos como videoclip), HEY JUDE!, buscaron que al final de la canción- que dura más de siete minutos- la mayor cantidad de gente para que se sume a cantar. Para quien tenga oportunidad de verlo podrán apreciar que había jóvenes, viejos, gente de distintas razas, religiones, clases sociales, sonrientes y felices cantando como si fuera un himno a la alegría.
Eso conseguían las canciones de los Beatles.
A quien habían invitado era a Bill, que habían conocido cuando filmaron MAGICAL MISTERY TOUR. Él esta con claveles en la cabeza en forma de vincha cantando y tiene una botella en la mano. Era un tipo de edad y bajo el brazo tiene cartones. Esos cartones le servirían para dormir en la calle esa noche, concluye el relato Paul.
HEY JUDE comienza con esas estrofas:
Hey Jude, no lo hagas mal
toma una canción triste y hazla mejor,
recuerda dejarla entrar en tu corazón,
entonces puedes empezar a hacerla mejor.
KRIPTONITA, pudo haberse filmado en cualquier parte del conourbano
Kriptonita: Son “superhéroes del imaginario norteamericano trasladados al conurbano”
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